En el corazón de la Universidad Católica de Chile, el pasado sábado 25 de noviembre, se llevó a cabo el esperado Grand Prix Triatlón UC, un evento que no solo destacó por la intensidad de la competencia, sino también por la camaradería y el espíritu familiar que impregnaron cada rincón de la jornada.
La rama de triatlón de la Universidad Católica ha demostrado ser una potencia en el escenario deportivo chileno, consolidándose como uno de los equipos más destacados y numerosos del país. El Grand Prix UC se erige como una manifestación de la fuerza y unidad que caracterizan a este grupo de atletas.
La competencia, diseñada como un triatlón corto, tuvo lugar dentro de la propia ciudad UC, convirtiendo las instalaciones universitarias en un escenario vibrante de acción deportiva. Los participantes se enfrentaron en una prueba en natación, ciclismo y carrera, mostrando un nivel de destreza impresionante y un compromiso palpable con el deporte.
Sin embargo, lo que realmente destacó fue el ambiente festivo que envolvía el evento. El Grand Prix UC no solo es una competencia, sino una reunión familiar donde los miembros del club comparten momentos de camaradería, risas y experiencias deportivas inolvidables. La buena onda que se respira entre los atletas crea un lazo especial que va más allá de la competencia, consolidando al equipo como una verdadera familia.
La ceremonia de premiación fue el culmen de la jornada, donde se reconoció el esfuerzo y la dedicación de los participantes. Categorías como el mejor novato, los mejores en cada disciplina y otros galardones honraron el talento diverso que conforma la rama de triatlón UC. La celebración no solo resaltó los logros individuales, sino también el poder del trabajo en equipo y la solidaridad que define a este grupo excepcional.
En resumen, el Grand Prix Triatlón UC no solo fue una competencia deportiva de alto nivel, sino una celebración de la pasión por el triatlón y la unión de la comunidad deportiva de la Universidad Católica. La rama de triatlón sigue demostrando que va más allá de la búsqueda de la excelencia atlética, siendo un espacio donde se forjan amistades duraderas y se viven momentos inolvidables. Sin duda, este evento deja una huella imborrable en la historia del triatlón chileno.
Puedes ver la experiencia en el siguiente video.
