En los recientes días, ha surgido una nueva entrega de críticas en torno al novedoso casco aerodinámico Jumbo-Visma presentado por el equipo bajo la marca Giro, el cual ha captado la atención no tanto por sus mejoras técnicas, sino por su llamativo diseño. Denominado Aerohead II, este casco exclusivo para las pruebas de contrarreloj en el ciclismo profesional ha generado más controversia por su aspecto, situándose entre un gorro chino y la punta de un tren.
Según las declaraciones del equipo Visma, han dedicado un año entero a la fabricación y prueba de este casco, con la ambición de crear el mejor equipo para las pruebas contrarreloj. Aunque se pudo observar el casco en acción durante la prueba de Paris – Niza, surge la incertidumbre sobre la efectividad real de este accesorio. Recordemos que estos cascos son utilizados por los ciclistas de élite, donde cualquier mejora en su equipamiento puede traducirse en una posición más ventajosa durante las competiciones. Sin embargo, los resultados obtenidos en la primera aparición del casco en la Etapa 3 de Paris-Niza, donde el equipo Visma se ubicó en sexto lugar, 38 segundos detrás del ganador, plantean la pregunta crucial: ¿cuál es la eficiencia que aportan realmente estos cascos a sus corredores?
Jonas Vingegaard ha dicho que el casco es muy rápido y ayuda mucho con la aerodinámica, y no solo eso, sino que es muy cómodo al usar, tiene una visión mucho más amplia que otros cascos y tiene estándares de seguridad aprobados por la UCI.
El casco ha ganado notoriedad más por su peculiar apariencia que por sus beneficios tangibles en cuanto a mejora del tiempo. A pesar de su forma extraña, algunos ciclistas que lo han utilizado aseguran que es cómodo y seguro. Aunque los números obtenidos en el túnel de viento respaldan su eficacia aerodinámica, la comunidad ciclista aún se encuentra escéptica. Estos cascos, al parecer, están en una etapa inicial de desarrollo, y queda mucho por descubrir acerca de su impacto real en la velocidad de un ciclista.
En las siguientes imágenes podemos ver el casco.
